Emma, con una fortuna estimada de 24 millones de euros, dijo: “Ya en la tercera o cuarta película, el tema del dinero se estaba poniendo… serio. No tenía ni idea. Me sentí mal, con los nervios a flor de piel”.
En un intento de sobreponerse, se matriculó en un curso del Coutts Bank para aprender a gestionar su dinero.
La estrella británica, que está estudiando en la universidad estadounidense de Brown, se ha rapado su larga melena y ha admitido que el cambio de aspecto tan radical se debe a haber terminado definitivamente con su papel en ‘Harry Potter’. Su contrato con la productora le prohibía cortarse el pelo, llevar maquillaje o agujerearse las orejas durante el periodo de rodaje.
En declaraciones a la revista británica Vogue en Gran Bretaña dijo: “Durante los nueve años que estuve en ‘Harry Potter’ estaba obligada a no cortarme el pelo ni a tomar el sol. No podía hacer las cosas normales que suelen hacer las niñas. Así que cuando tuve la oportunidad de cambiar mi look, lo hice”.
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